Aprende todo lo que necesitas saber para prescribir, instalar y configurar el ecosistema Simon iO.
Series de mecanismos
Foto: Un espacio visitable y educativo construido en una antigua mina.
La arquitectura con impacto positivo es una nueva forma sostenible de pensar, diseñar, construir y ocupar los espacios en base a principios ecológicos, biomiméticos y la eficiencia para reducir la huella ambiental, mejorar y regenerar el entorno ambiental y social, poniendo la salud del planeta y las personas en el centro.
En este artículo descubrirás su evolución, el abecé y referentes internacionales de la arquitectura con impacto positivo.
Un paso más allá a los enfoques sostenibilistas y holísticos
La arquitectura con impacto positivo o regenerativa, acuñada por William McDonough y Michael Braungart, padres del concepto de la “Cuna a la Cuna” (Cradle to Cradle, o C2C de sus siglas en inglés), es una evolución natural de enfoques precedentes, de los “Edificios de Energía Casi Nula” (NZEB en sus siglas en inglés) o del Passiv Haus, impulsados a raíz de crisis energética de la década de 1970.
Es un movimiento global que aplica la lógica de la economía circular a la arquitectura. Lo que la hace especial es que, además de un buen comportamiento ambiental, se proyecta desde la integración en su entorno, contribuyendo activamente a la regeneración y mejora de los ecosistemas, produciéndose una interacción positiva con la comunidad local.
Los paisajes productivos e infraestructura verde y azul conviven en armonía gracias a una buena hibridación espacial y funcional.
Además de ser un motor para la innovación y la creación de nuevas oportunidades y desarrollo económico, se incrementa el valor y atractivo de estas edificaciones o espacios.
Una visión 360º con un gran valor añadido
La arquitectura con impacto positivo conlleva un catálogo de estrategias:
- Integración armónica en el entorno: conexión e integración a nivel visual, acústico y ambiental, respetando e imitando los procesos de la naturaleza (biomimética).
- Uso eficiente de los recursos y minimización de consumos: uso responsable de los recursos del lugar: suelo, luz, aire, agua, etc. Se adoptan soluciones tradicionales e innovadoras óptimas; priorizando y maximizando la iluminación y climatización natural y con estrategias de eficiencia (aislamiento, orientación y gestión inteligente y optimización del ciclo del agua (captación, filtración, depuración, reutilización…).
- Regeneración y restauración ecológica: recuperación y restauración de la calidad de los ecosistemas vulnerables o dañados y su biodiversidad, creando, a su vez, ambientes agradables y saludables.
- Perspectiva de ciclo de vida: desde los materiales (reciclados, naturales, ecológicos, locales), forma de extracción y su gestión futura al final de su vida útil.
- Beneficios sociales: favoreciendo comunidades resilientes y promoviendo la interacción social, el bienestar y autosuficiencia generando recursos propios (terrados agrícolas, solares…) y fomentando el sentido comunitario.
- La certificación de Living Building Challenge (LBC) abarca incluso una dimensión superior, añadiendo la “Belleza” como criterio mayúsculo junto a los conceptos de: “Lugar, Agua, Energía, Salud, Materiales y Equidad”.
Referentes que marcan una nueva era arquitectónica
Los proyectos pioneros y vanguardistas son un emblema de la arquitectura regenerativa.
- Eden Project (Cornwall): alberga biomas donde crecen especies de climas tropicales húmedos, por un lado y climas calientes y secos del mediterráneo, por el otro, promoviendo la educación ambiental.
- The Edge (Ámsterdam): oficinas con paneles solares y una buena gestión energética inteligente y recolección de agua de lluvia.
- Bosco Verticale (Milán): edificio residencial icónico con protagonismo de vegetación; un pulmón verde que mejora lacalidad del aire y un hábitat para la fauna urbana.
- Biblioteca pública (Vancouver): equipamiento con espacios flexibles para la interacción comunitaria, con sistemas de energía geotérmica, techos verdes e iluminación natural.
- Jardines de la Bahía (Singapur): complejo ecológico que hace uso eficiente de los recursos naturales, en un ambiente singular y único, semejante a un parque de esculturas verdes.
- Ciudad suburbana híbrida (Almere): la innovación social y la sostenibilidad se dan la mano en este laboratorio urbano donde se experimenta en vecindarios muy diversos bajo el lema de “diseñado para vivir”.
Desafíos y retos de futuro
La arquitectura con impacto positivo se consolida a pesar de que se perciben barreras como: el coste, la complejidad, la necesidad de implicación de todos los grupos de interés (inversión, propiedad, promoción, construcción, instalación…) y la ciudadanía.
Los avances tecnológicos y digitalización global y sectorial, la innovación en materiales, la gestión inteligente, la creciente conciencia ambiental social y exigencias legislativas propulsarán la adaptación a estos estándares arquitectónicos y urbanísticos.
El modelo de ciudad basado en un urbanismo y arquitectura proactiva como agentes con impacto positivo ya no es el futuro, es parte del presente hacia entornos más sostenibles, autosuficientes, habitables, saludables, naturales y resilientes.