Los hábitos de consumo, las necesidades de las marcas y el interiorismo comercial han experimentado un importante cambio estos últimos años. No en vano, la tipología del retail es una de las que más ha evolucionado en cuanto a cómo se viven y diseñan sus espacios. Mucho más que lugares de exposición y venta de productos, los espacios comerciales funcionan como creadores de experiencias, pudiendo incluso llegar a transformar la realidad.

La experiencia de la compra

Con una presencia cada vez mayor del entorno digital y un comercio electrónico que ya acumula el 20% de todas las ventas que se realizan en España, contar con un espacio atractivo, que aporte valor y genere una experiencia de compra memorable, es un requisito fundamental para muchas marcas. Conscientes de la necesidad de atraer clientes, las firmas apuestan por un interiorismo que va mucho más allá de lo físico e introduce variables sensoriales y tecnológicas para lograr una conexión emocional con su público.

Masquespacio / Mango Teen, Barcelona / Fotografía Luis Beltran

Junto a factores como la calidad y precio de los productos, o el servicio de atención al cliente, el interiorismo y la decoración son sin duda dos aspectos fundamentales en la experiencia de compra. El entorno físico, con su distribución, colores, texturas, mobiliario e iluminación, genera una sensación de comodidad y confianza, e influye directamente en las decisiones de los clientes y el tiempo que estos permanecen en la tienda.

Identidad de marca y perfil del cliente

A la hora de acometer un proyecto de interiorismo comercial, además de analizar el tamaño, forma, distribución y condicionantes arquitectónicos del local, es fundamental tener en cuenta la identidad de la marca, con unos valores, imagen e historia que muchas veces se reflejan en el espacio para recordar a los visitantes dónde y por qué eligen comprar ahí.

Puntimirada / Miphai, Valencia / Fotografía Puntimirada

El perfil de los clientes también es un punto a tener en cuenta: mientras para el público más joven, muchas veces se opta por colores vibrantes, muebles contemporáneos y una iluminación llamativa; en el sector de lujo lo habitual es encontrar ambientes sofisticados y elegantes, con materiales de alta calidad y una iluminación cálida y más tenue. Los sonidos y aromas, dos aspectos clave y que en muchos casos se han convertido ya en identitarios de las marcas, también cambian en función del público al que van dirigidos.

Espacios flexibles y reconfigurables

Crear distribuciones versátiles, que se adapten a las necesidades cambiantes de venta y del público, y que puedan dar cabida a distintos usos y afluencias, es también un punto clave a la hora de diseñar estos espacios. El contar con un mobiliario modular donde exponer productos de distintas categorías, o áreas multiusos que puedan ser utilizadas como expositores, probadores o, incluso, telón de fondo para un photo￾call improvisado, añaden valor. Establecer recorridos 'divertidos', que permitan interactuar a los clientes sin perder la lógica y el orden expositivo, o situar espejos para relacionar visualmente distintas zonas y colecciones, son otros de los recursos utilizados. 

ZOOCO / Humo, Madrid / Fotografía Imagen Subliminal

Sostenibles, inclusivos y accesibles

La creciente importancia de la sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental ha llegado también a un sector en el que los consumidores son cada vez más conscientes de sus decisiones de compra. Los clientes eligen firmas respetuosas con el entorno y que se preocupan por reducir el impacto ambiental, tanto en sus procesos de producción y políticas internas, como a través de unos materiales ecoamigables y muchas veces reciclados y reciclables.

Studio Animal / Biombo Nu Hü, Nueva York / Fotografía Michael Vahrenwald

Relegados a un segundo plano durante años, la inclusividad y la accesibilidad son dos aspectos que ya se integran con naturalidad en este interiorismo comercial, a través de rampas, mostradores de altura ajustable o sistemas de navegación para personas con discapacidad visual que, mucho más que cumplir con un trámite normativo, se incorporan al diseño como un recurso más.

La luz como generadora de experiencias

Con un papel crucial en estos espacios, mucho más que proporcionar luz, la iluminación ayuda a mejorar la experiencia de compra, tanto para resaltar productos o rincones clave, a través de focos o proyectores; como para crear ambientes y transmitir emociones. La iluminación inteligente permite lograr la atmósfera deseada en cada zona o momento, a través de sensores y sistemas de gestión que permiten jugar con la intensidad, el color o la dirección de la luz; generando experiencias de compra envolventes, optimizando la presentación de productos y mejorando la eficiencia energética.

Studio Animal / Tent / Fotografía José Hevia

Tecnología integrada

La integración de la tecnología en el interiorismo comercial ha transformado la forma en la que los clientes se relacionan con estos espacios, permitiendo interacciones más dinámicas y personales a través de la bautizada como 'tendencia phygital'. Una apuesta por mezclar lo mejor del entorno físico y del digital, a través de pantallas interactivas con las que el usuario puede interactuar para obtener información adicional sobre los productos, como la visualización en 360º o recomendaciones personalizadas. A través de la realidad aumentada (RA) y la realidad virtual (RV), y aplicaciones específicas para como smartphones, tablets o gafas inteligentes, se ofrecen ya probadores virtuales donde los consumidores pueden comprobar cómo les quedará la ropa sin tener que probársela físicamente.