Una buena iluminación es mucho más que simplemente contar con luz muy potente. De hecho, una buena iluminación es aquella que responde a las necesidades concretas de cada momento. Es decir, a diferencia de la luz unimodal, se trata de una iluminación capaz de adaptarse a las distintas circunstancias y demandas de cada momento. Entonces es cuando hablamos de iluminación inteligente.

¿Qué es la iluminación inteligente?

La iluminación inteligente es aquella que se adapta a las circunstancias para responder de la manera más eficiente posible a las necesidades lumínicas del momento.

De hecho, la iluminación inteligente tiende a activarse únicamente cuando hay personas que necesitan iluminación (lo que se consigue utilizando detectores de movimiento).

Además, la iluminación inteligente funciona de manera combinada con los sensores lumínicos, lo que permite adaptar la potencia y los ambientes a las circunstancias, teniendo en cuenta elementos como la luz natural o la hora, entre otros.

¿Para qué sirve la iluminación inteligente?

Disponer de iluminación inteligente tiene muchas ventajas. Algunas de las más destacables son las siguientes:

Mayor eficiencia

Quizás, una de las principales ventajas que ofrecen los sistemas de iluminación inteligente es su mayor eficiencia. Gracias al control y gestión inteligente que se ejecuta, el consumo es mucho más eficiente en comparación con otros sistemas de iluminación que no aplican esta tecnología. En este sentido, el consumo se limita únicamente a los momentos en los que la luz está siendo útil para alguien y, además, esta se ajusta de forma automática a las condiciones lumínicas naturales. De esta forma, el uso que se hace de la energía que se consume es mucho más eficiente en su conjunto.

Mayor ahorro

Como consecuencia del uso inteligente que mejora la eficiencia de las luminarias, se deriva un menor consumo de energía. En consecuencia, como no se desperdicia nada de energía, esto se traduce en un mayor ahorro económico.

Luz programable y conectada

Otra de las ventajas que ofrece la iluminación inteligente es que se trata de un tipo de iluminación que se puede programar, ya sea directamente en la consola de control o desde un teléfono móvil. Esto se consigue gracias a la tecnología IoT que mantiene conectadas todas las luminarias con la consola de control y, a su vez, el conjunto de la instalación a Internet. De este modo, se puede programar desde cualquier lugar siempre que se disponga de una conexión Wi-Fi.

Mayor confort visual

Además de ver lo que tenemos delante, la iluminación afecta a nuestro grado de confort visual. Gracias a la iluminación inteligente se mejora dicho confort, ya que la iluminación se adecúa a las necesidades concretas de cada espacio y circunstancias lumínicas naturales, ofreciendo mayor comodidad visual y reduciendo el estrés y la fatiga visual.

Se adapta a los ciclos circadianos

La iluminación inteligente se puede programar para ofrecer una iluminación que imita los ciclos naturales a pesar de estar en interiores. De esta forma, se mejora el confort visual al mismo tiempo que se favorece el equilibrio de los ciclos circadianos, lo que se traduce posteriormente en más horas de sueño y, sobre todo, en un sueño de mayor calidad.

Permite crear atmósferas y ambientes adaptables

Finalmente, otra de las ventajas que no se puede pasar por alto a la hora de hablar de iluminación inteligente es la capacidad de esta tecnología para crear atmósferas y ambientes concretos. Gracias a la flexibilidad de esta iluminación se pueden adaptar los mismos espacios para diferentes situaciones o eventos con solo modificar las escenas o las atmósferas que se quieren conseguir con el uso de una iluminación determinada.

Como se puede ver, si se está pensando en renovar la instalación lumínica, la iluminación inteligente es la mejor opción por la que nos podemos decantar. Se trata de una iluminación que mejora el confort visual, se adapta a los ciclos circadianos y mejora nuestro bienestar en general. Además, también es la elección más eficiente que podemos hacer, tanto desde un punto de vista sostenible como económico.