Japandi, entre Japón y Escandinavia
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Redacción por Laura Novo

La belleza de la imperfección del Wabi-sabi japonés y el disfrute de la vida del Hygge escandinavo dan lugar al Japandi, un estilo que ya triunfa en todo el mundo.

En un momento en el que los límites están cada vez más diluidos y los espacios de trabajo, ocio y vida se entremezclan, cuestionando los conceptos de lo público y lo privado, es inevitable que surjan nuevos estilos que fusionen otros ya existentes. Una apuesta por tendencias a priori distantes pero con raíces comunes, que se fusionan para dar lugar propuestas como el Japandi, donde la armonía y profundo simbolismo del estilo japonés se une al cálido minimalismo del escandinavo.

 

Los orígenes del Japandi

 

 

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Aunque el Japandi se consolidó en 2022, primero como una tendencia seguida sólo por unos pocos y ahora como uno de los estilos más demandados en nuestra sociedad, lleva gestándose mucho tiempo, desde que, a finales del siglo XIX, arquitectos, diseñadores y artistas daneses viajaron al país nipón en busca de inspiración. Allí descubrieron la filosofía Wabi-sabi, basada en la transitoriedad y la imperfección, y que defiende el minimalismo, la artesanía y todo lo que procede de la naturaleza, que ellos fusionaron con el estilo de vida Hygge danés. Un concepto que persigue la felicidad y bienestar a través del disfrute de las pequeñas cosas y los entornos armónicos y acogedores.

 

 

Materiales naturales y tonos neutros

 

Resultado de la combinación de conceptos separados miles de kilómetros pero con mucho en común, como el Wabi-sabi y el Hygge, el Japandi apuesta sobre todo por la funcionalidad y un cálido minimalismo en el que predominan los materiales naturales y los tonos cálidos y armónicos. Elementos vivos y que muestran su esencia, como la madera natural en tonos claros, el bambú, textiles orgánicos como el lino o el algodón, el vidrio, la cerámica o la piedra, son frecuentemente utilizados en este estilo que ha adoptado lo mejor de oriente y occidente.

 

 

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Clave para lograr la cálida serenidad que caracteriza los espacios Japandi, la gama cromática se elige neutra, en blanco, beige y gris, y tonos pastel. Un telón de fondo sobre el que pueden intercalarse detalles puntuales en colores vivos que remitan a la naturaleza, y un mobiliario en madera más oscura, como la tradicionalmente empleada en las casas niponas.

 

 

Artesanía y naturaleza, la belleza de la imperfección

 

La artesanía, a través de piezas únicas y hechas a mano para potenciar los sentidos y en las que adquiere especial relevancia la técnica japonesa del Kintsugi –que muestra las roturas y reparaciones de los objetos en lugar de ocultarlas, como parte de la historia de cada objeto y la belleza de la imperfección– juega, junto a la vegetación, un papel muy importante. Utilizada en su justa medida y sin excesos para no romper la armonía estética, añade calidez y un estilo único a espacios que respiran vida y dejan al descubierto su más profunda esencia, donde el orden es un elemento fundamental.

 

 

Espacios fluidos y bien iluminados

 

 

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El 'menos es más' y los entornos abiertos y conectados son dos aspectos clave en el Japandi, que toma del Feng Shui la ocupación armónica y consciente del espacio, evitando elementos que obstaculicen la circulación de energías y optando por un mobiliario equilibrado y armónico, donde nada resalta sobre el resto. Sencillos elementos, como las divisorias de palillería de madera o papel, y las cortinas y estores de tejidos naturales y ligeros, potencian el paso de la luz natural durante el día; mientras que, por la noche, cálidas luces puntuales, muchas de ellas de papel –típicas del minimalismo nórdico y que al mismo tiempo hacen referencia a la técnica japonesa del Origami– recrean un ambiente íntimo y muy acogedor.

 

 

Un estilo de vida saludable

 

Mucho más que la suma de las estéticas japonesa y escandinava, el Japandi es un estilo de vida, saludable y con sentido, que trasciende la estética y establece conexiones íntimas con la naturaleza y el disfrute de la vida. Una búsqueda del minimalismo, la armonía estética y el diseño atemporal, que transmite paz y tranquilidad a través de materiales y formas orgánicas que remiten al entorno natural, y piezas recuperadas y hechas a mano como declaración de su firme apuesta por la ecología y la sostenibilidad.