María Jover: “Creo que el paisajismo debe partir de una observación detenida de la naturaleza cercana”
post_detailers_switch_entrevista_maria_jover_cabecera

Terraza nueva sede SWITCH, Barcelona / Fotografía Rafael Vargas 

 

La paisajista María Jover se formó como Ingeniero técnico agrícola en la Escuela Universitaria de Ingeniería Agrícola de Barcelona, y posteriormente realizó el Máster de Arquitectura del Paisaje en la UPC. Con dilatada trayectoria en la profesión, junto con Bet Figueras, pionera del paisajismo en nuestro país, participó en el primer estudio de paisajismo que hubo en Barcelona no dirigido por profesionales de la arquitectura. 

jover1

Boceto Terraza nueva sede SWITCH, Barcelona - Local 4 / Retrato María Jover 

 

Actualmente María Jover, junto a Ane Barrutia, Arantza Iriarte y Coque Slocker están al frente de Local 4 (con doble sede en Barcelona y Bilbao), cuyas intervenciones paisajísticas se suceden a muy diferentes escalas. Desde el pequeño o gran jardín privado a proyectos vinculados al urbanismo público. Entre sus últimos proyectos en este ámbito figuran el Plan de Acción del Paisaje de los frentes fluviales de Sestao (Vizcaya) o el Estudio de Impacto e Integración paisajística de finca en Llofriú (Girona), para los ayuntamientos respectivos.

 

Entusiasta desde siempre de la naturaleza, cree de vital importancia la observación para comprender sus dinámicas y favorecerlas. Responsable del paisajismo en la nueva sede de Simon en Barcelona, conversamos con ella para conocer cuál ha sido su propuesta y los retos de introducir vegetación en el entorno urbano. 

 

 

jover2

Local 4 - Palacio de la Justicia, Logroño / Fotografía Local 4 

 

 

¿Cuál fue el encargo de Simon para su nueva sede en Barcelona, y cuál la propuesta de Local 4  como paisajistas?  

 

- La petición inicial fue genérica: recrear el paisaje de Olot, dado que la empresa Simon es originaria de allí. Evidentemente, Barcelona no está en el Prepirineo y en el contexto del proyecto y la condiciones climáticas de la ciudad no tendría cabida, por ejemplo, plantar hayas pues su crecimiento se vería comprometido. Nuestra propuesta ha consistido en ampliarlo a lo que sería recrear un paisaje mediterráneo, muy adaptado al clima de Barcelona. 

Como paisajistas hemos participado en dos áreas: el patio en planta baja y la gran terraza que corona el edificio. Para cada zona la propuesta ha sido distinta. Aunque tienen en común la elección de una vegetación fuerte, que requiere escaso riego y mantenimiento.

 

El patio con pérgola es un proyecto del diseñador Antoni Arola. ¿De qué manera ha encajado vuestra colaboración paisajística en este espacio? 

 

- Antoni Arola nos pidió una vegetación lo más neutra posible, en la planta baja, acorde con una sede de empresa, y que predominará el color verde, con la menor floración posible. La verdad es que la pérgola que ha diseñado Arola es espectacular. Siempre he imaginado este patio como un lugar de paso y tránsito que acompañe a los usuarios en sus recorridos. 

 

 

jover3

Patio nueva sede SWITCH, Barcelona / Fotografía Rafael Vargas 

 

 

¿Qué especies habéis escogido y qué atributos confieren al lugar?

 

- Debido a que bajo el suelo del patio hay una sala de  instalaciones, se optó por crear tres islas centrales que alojan vegetación. Se ha plantado jazmín de hoja persistente junto a tres pilares de la pérgola. Un cable vertical contiguo facilita el enrollado de esta trepadora (pues por el pilar resbala) y que  la planta alcance más rápido el entramado superior. 

Para cubrir dos muros del patio se ha escogido Ficus repens, una especie de trepadora con zarcillos y ventosas de gran adherencia. Hace además  de fondo para la colección de luminarias de exterior de Simon. Toda la vegetación proveerá de un intenso verdor al patio, con puntos de visión variados: desde el interior de la planta baja estará muy presente, pero también desde las plantas superiores. 

 

 

En la terraza que corona el edificio habéis establecido un paisaje de volúmenes vegetales diversos ¿Cuál ha sido vuestro objetivo?

 

- Hemos plantado hasta 30 especies distintas con la idea de recrear la irregularidad de un jardín,  incluyendo la floración en diferentes épocas del año, con predominio de los colores blanco y azules, morados y lilas. Y escogido plantas con hojas de tonos verde-gris propias del Mediterráneo, que se combinan con gramíneas pajizas. El olivo, como un árbol emblema de nuestra cultura, se va intercalando en la secuencia. La mata de lentisco aporta verticalidad y alcanza alturas de más de un metro desde la maceta. Mientras que plantas como Pittosporum y Acca forman una bola. El Erigeron o margarita silvestre es buen tapizante.  El romero o el Convolvulus caen, la gramínea da volumen etéreo, la Verbena bonariensis es una planta alta y delgada con florecilla morada, y el Teucrium o el Elaeagnus son arbustos más compactos y densos. La voluntad ha sido recrear un jardín desigual con movimiento, algo desordenado, espontáneo, dentro de la linealidad que impone la disposición de las jardineras en el perímetro de la terraza, para liberar el espacio central. Además, esta diversidad también atraerá a insectos polinizadores.

 

jover4

Terraza nueva sede SWITCH, Barcelona / Fotografía Rafael Vargas 

 

 

El olor es un elemento significativo cuando se incorpora vegetación a un espacio 

 

- Sí, desde luego. Cada planta tiene sus particularidades. La hierba luisa por ejemplo desprende olor cuando la rozas, entonces es apropiado ponerla en zonas de paso. El jazmín intensifica su olor por la noche, cuando hay más humedad y no pica el sol.

 

 

¿Cuál dirías que ha sido vuestro mayor reto en el proyecto de la nueva sede de Simon? 

 

- El gran condicionante es el suelo, aquí no tenemos suelo infinito que es donde la vegetación  crece en condiciones óptimas. En la ciudad y en el seno de la arquitectura esto muchas veces no es posible, claro. También hemos tenido la exigencia de  un proyecto con poco consumo de agua. El sistema de riego por goteo  favorece un alto ahorro. Y hemos debido equilibrar la calidad arcillosa del suelo de esta zona de Barcelona, enriqueciéndola con nueva tierra.

 

 

¿Qué impulsa un proyecto paisajístico de esta índole? 

 

- Toda la actuación paisajística tiene como objetivo potenciar el bienestar de las personas usuarias del edificio, favoreciendo su contacto con la naturaleza y la vegetación. Aunque también, propiciar nuevas zonas verdes para la biodiversidad en el seno de la ciudad. Hay que decir que un proyecto de paisajismo trabaja con elementos vivos,  por lo que su completa definición se produce  tras dos o tres años de plantarse las especies. El objetivo es crear espacios vegetales que te acojan, que aportan tranquilidad y armonía. Lugares donde la gente se reúna pero también rincones de más paz que se pueden usar. 

 

 

El proyecto arquitectónico de la nueva sede de Simon juega un papel de catalizador en la trasformación y cambio cultural que vive la empresa, e incide en cuatro pilares: Colaboración, Bienestar, Sostenibilidad, Innovación. ¿Cómo dirías que se traduce cada uno de estos conceptos en el paisajismo? 

 

- La sostenibilidad en este proyecto es la elección de especies que crezcan fuertes y sanas en estas condiciones climáticas. En paisajismo lo sostenible es crear espacios que están en armonía con el entorno. Si ves olivos, quiere decir que ya están incorporados en ese paisaje y se da ese equilibrio. Diría que el bienestar que procura vivir con vegetación va ligado a la colaboración. A crear espacios de reunión que sean más agradables y generen vínculos. 

 

 

¿Cómo se entrevera paisajismo e innovación? 

 

- En el fondo, el ser humano copia a la naturaleza en muchas de sus innovaciones. Si hablamos de innovación en paisajismo se referiría más a materiales: lograr jardineras de paredes muy delgadas que alojen el máximo de tierra posible, o sistemas de riego y drenaje más eficientes. 

Para mí un jardín vertical no es innovar, es una moda. Es tan artificial que entraña problemas tales como que arriba y abajo no recibe las mismas y necesarias sales y agua. La naturaleza nos da las trepadoras que funcionan mucho mejor.  

 

 

jover5

Patio nueva sede SWITCH, Barcelona / Fotografía Rafael Vargas 

 

 

¿Cuál crees que es el principal valor que  refleja  la nueva sede de Simon a través  del paisajismo, que es tu parcela?  

 

- Pienso que el principal valor es la sensibilidad. Que la empresa haya incorporado el paisajismo al proyecto lo confirma y es  muy importante. Creo que es una empresa muy sana y pendiente de que la gente que trabaja en ella disponga de espacios de bienestar. Y esto es muy positivo. 

 

 

¿Qué elementos del entorno del antiguo edificio fabril de Simon valoras desde la perspectiva paisajística? 

 

- Me encanta de Poblenou los plátanos en las calles. Desde la primera planta del edificio de Simon convives con las hojas de los plátanos. En el 22@, a nivel de calle, hay más vegetación que en otros barrios. ¡Siempre hay abejitas, se ve que hay vida! 

 

 

¿Cuál es tu posición sobre la actual renaturalización de las ciudades? ¿En qué momento dirías que estamos? 

 

- Es imprescindible. En esta ciudad nos falta verde, árboles. Y con el cambio climático y hacia dónde vamos, nos falta sombra. Los árboles se deberán adaptar a las nuevas circunstancias. Pero si ellos mueren, nosotros vamos detrás. Vivo al lado de un parque y se nota la diferencia hasta en el frescor del aire. Desde la pandemia la gente es más consciente de la importancia de la vegetación y las plantas en los espacios donde vivimos.

Si todas las terrazas de la ciudad fueran ajardinadas el efecto sería igual que con calles arboladas. El árbol atrae agua y las masas arbóreas atraen nubes. En una ciudad muy verde se nota esto.

La vegetación nos da sombra, oxigeno, humedad, nos permite vivir. Es muy importante, aunque sean pequeños espacios verdes. Todos aportan. 

 

 

jover6

Terraza nueva sede SWITCH, Barcelona  

 

 

¿Qué te condujo a dedicarte al paisajismo?

 

- En realidad yo empecé llevando una granja de vacas, fuera de Barcelona. Iba y venía. Me formé inicialmente como Ingeniero agrónomo. Tras el nacimiento de mis hijos, tuve claro que quería seguir trabajando en el exterior, al aire libre. En 1985 comencé en el despacho de la paisajista Bet Figueras, que para mí es un icono en la profesión. Fue entonces cuando cursé el Master de Arquitectura del Paisaje en la UPC de Barcelona. Junto a ella formé el primer estudio que hubo en Barcelona de paisajismo independiente, no dirigido por arquitectos.  De hecho, nosotras colaborábamos y prestábamos servicios a los despachos de arquitectura. 

A diferencia de Europa donde existe una carrera propia que se llama Landscape Architect, en nuestro país son las universidades de arquitectura y agrónomos las que han creado masters de paisajismo. 

 

 

Cuando abordas un proyecto de paisajismo, ¿qué es lo más importante en el punto de partida?

 

- Para mí el elemento vegetal es lo principal. Me fue muy bien llegar al paisajismo desde la agronomía. Creo que hay que tener un conocimiento profundo de las plantas. Pues cada especie tiene su lugar. Luego viene el diseño y la composición. En cambio el arquitecto suele partir del diseño y no de la planta. 

 

 

jover7

Terraza nueva sede SWITCH, Barcelona / Fotografía Rafael Vargas 

 

Señalas que en nuestro país hay menos cultura de jardines que en el norte de Europa. 

 

-Es sabido que en Gran Bretaña hay gran tradición. Hace unos años estuve en el sur de Inglaterra y era habitual ver a la gente con tijera en mano cuidando las plantas de su jardín. Yo creo que si ves una mala hierba, siempre es mejor arrancarla. No es un trabajo. Sino que permites que crezca la planta que decidiste poner allí. Esto es observar. Observar la naturaleza es lo más bonito que hay.

 

 

Tú consideras significativo conocer el nombre de los árboles y las plantas. 

 

- Es importante que sepas distinguir un tilo de un plátano y que desde la infancia te enseñen a mirarlos. Cuando pregunto a los clientes que árboles les gustaría plantar, muchas veces no saben que decirme. Desconocen cómo se llaman. Y se limitan a comentar aquello de ‘que no manche’. Pero creo que poner nombre a las cosas es también aprender a apreciarlas.